El mantenimiento de una embarcación es fundamental y va mucho más allá de una inspección visual cada vez que decidas salir a navegar. Después de cada salida, tu embarcación también deberá estar en óptimas condiciones, esto quiere decir que debemos estar atentos a algunos detalles. Sería ideal que realices un programa de mantenimiento con tareas específicas que no requieren el servicio de un mecánico. Pero si no sabes por dónde comenzar aquí te dejaremos una guía para mantener tu embarcación como nueva.
Imagina que tu embarcación de fibra de vidrio está sucia y tiene tiempo sin lavarse, cada vez que decidas ir a navegar se irán acumulando los agentes encargados de crear una superficie calcárea. Esta condición puede dañar en un futuro cercano tu casco o el exterior, o peor aún tu motor. En forma general, es recomendable limpiar tu embarcación, almacenarla correctamente y velar por el correcto funcionamiento del motor del barco.
Cada vez que dejamos de limpiar nuestra embarcación la sal de mar con el tiempo comenzará a erosionar, causando abrasiones y arañazos que podrían ser costosos de eliminar. Independientemente del lugar que decidamos limpiar nuestra embarcación (en el mar o tierra firme), debemos evitar las sustancias tóxicas para no contaminar el agua o nuestras manos, utilicemos un jabón diseñado para embarcaciones y un cepillo o esponja suave. Cuando limpiamos el exterior de nuestra embarcación prevenimos la propagación de especies invasoras, mantenemos el acabado intacto y tendremos un mejor rendimiento de combustible (hasta un 30% de mejora). No olvidemos enjuagarla con abundante agua dulce y limpia para eliminar la sal antes y después de usarla para guardarla.
Guardar o almacenar correctamente nuestro barco al aire libre, en exteriores o en el agua es un apartado muy importante. Cualquiera que sea la opción de nuestra preferencia debemos cuidar los siguientes detalles. Al aire libre deberás de protegerlo de los elementos, podemos usar una cubierta de lona con un marco de madera y ponerla sobre el barco. En interiores, el almacenamiento es una de las mejores opciones, ya que protegeremos nuestra embarcación de las inclemencias del tiempo y los rayos del sol. Y, para finalizar nuestras opciones de guardado, los puertos o marinas ofrecen la posibilidad de guardar nuestra embarcación en el agua todo el año, esta será una opción práctica y cómoda si nuestra embarcación es de gran tamaño y de aguas profundas. Sin embargo, debemos revisar con detalle cada una de las partes para que no se dañen por el salitre o el sol.
Por último y no menos importante, es el cuidado del motor de nuestra embarcación, sin él no podremos disfrutar el placer de navegar. Cada una de las partes que lo componen son tan importantes como el aspecto físico de nuestra embarcación. Asegurarse de que tenemos combustible suficiente, que el respiradero del depósito está abierto, las abrazaderas están bien ajustadas, el nivel de lubricante correcto y las propelas en funcionamiento (sin ningún obstáculo), que los ánodos de sacrificio estén cumpliendo con su trabajo entre otros detalles, serán de gran relevancia ya que nos permitirán disfrutar sin contratiempos de un grandioso día en familia o amigos el placer de navegar.
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Fuente: Nauticaadvisor.com